miércoles, 15 de junio de 2022

BUGATTI.



Un atardecer en mi auto, miles de palabras convertidas en historias, en mi mano puedo ver una botella de Ice, los minutos estaban hechos para que se perdieran entre las conjugaciones de los verbos algo que nunca lograre entender, puedo ver que mi mano izquierda tiene sujetado un cigarrillo inhalo y exhalo el humo de todo mi proceso que estaba viviendo, puedo verme sentada viendo como las horas se transformaban en segundos, puedo ver los latidos de mi corazón correr tan rápido como un Bugatti, puedo ver mi mente disolverse mirando el mar, puedo ver que los mejores momentos estaban atados a la complicidad del anonimato, puedo ver las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida y solo recuerdo verme sentada en mi automóvil mirando el mar... 

solo logro recordar que lo viernes eran de papas fritas, helado y peliculas, solo puedo pensar que la atmosfera nunca volverá a encerrarme, nunca volveré a sentarme en mi auto a mirar el mar, nunca volveré a tocar el anonimato, ya no tengo en mi mano ese ice helado, tampoco en mi mano izquierda ese cigarrillo, creo que he crecido, todos lo hemos hecho y ya nunca volveras a sentir esa brisa entre tu pelo, nunca volverás a ver ese universo tan cerca del planeta tierra.

Cuando regrese fue para pensar que algún día podría volver a ver el mar desde la ventana de mi automóvil y fue en ese momento cuando supe que ya no volvería a sentir la brisa entre mi pelo, fue ese parpadeo que me hace viajar entre mi universo que nadie nunca lograra entender, fue recordar que me había convertido en una adulta... 

Estaba hablando como una, estaba moviéndome como una, estaba viviendo y sintiendo como lo hacen los adultos, simplemente por el hec
ho que ya era tiempo de hacer las cosas bien, simplemente por el hecho que este era mi tiempo y no sabes como extraño esa brisa marina en mi cara, creo que la vida se miraba de una forma mas simple y recordé que yo en ese momento no pensaba tanto como lo hago ahora, vivía en un mundo donde no analizaba el crucigrama vivía sabiendo que era una niña sentada mirando el mar...vivía sabiendo que siempre estaba allí, vivía sabiendo que los latidos en mi Bugatti eran reales y tan incongruentes con la vida misma, que hoy cuando recordé que algún día estuve en mi auto en aquel muelle ya había despertado de mi sueño.




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