Hoy me detuve para contar una parte de mi vida a la que yo llamo plenitud y la verdad es que no la tendría si no fuera por ese Dios que camina frente a mi como un gigante derribando todo lo que pienso que podría ser correcto, ese Dios que por las noches le digo papá y que en muchas ocasiones he tenido que descargar la rabia de la injusticia vivida aquí en esta tierra, cuando crees en las personas y te das cuenta que la maldad ha tomado su lugar en los corazones y luego esas mismas personas son las que profesan amar a papá son esas personas que toman una guitarra y se sientan en primera fila a cantar y muestran que adorar, muestran el amor, muestran la misericordia, son esas personas que profesan tener una vida perfecta y una familia constituida, esas personas suben fotografías aludiendo que son padres ejemplares, suben la felicidad pintada, esas personas dicen amar el bien, esas personas dicen estar a tu lado y yo esa noche pude ver con mis ojos que esas personas no son más que lodo ensuciando todo lo bueno que trae tu amor sincero y si papá esa noche en mi oración tenía mucha rabia, no lograba entender como una persona a la cual yo había amado estaba tan podrida hasta el punto de cometer esa acción, esa noche te pedí que sacaras esa rabia y esa amargura y me hiciste entender que todo lo que hoy estoy viviendo es gracias a tu infinito amor, he logrado entender que esas palabras de hace años cuando le dijiste a una niña de 19 años que eres el gigante que va delante de ella, que en tus manos están las llaves de todas las puertas que abriré y teniendo 29 años he logrado comprender que todo lo que haces es perfecto, que no necesitas tener fe en los hombres cuando en medio de la incertidumbre tú haces todo posible.
Que tu cumples los sueños del corazón esos sueños que detrás de una fila mirabas pensando que nunca te sucedería a ti, me recordaste esa noche que todo lo que este año he vivido es parte de tu amor, mire a mi alrededor y cuando nada tenía en mis manos allí en medio de mi habitación estabas como un viento cálido diciéndome que conmigo estas, no importa de que tamaño sea la tormenta ese barco nunca estará solo, esa noche mire y pude ver un mundo lleno de amistad, pude ver a mis amigos riendo a carcajadas, pude ver a mi familia feliz, esa noche me mostraste mis logros laborales me explicaste que siempre podre alcanzar todo lo que quiera si sigo mirando fijamente esa cruz, me explicaste que aun tienes mucho más para mí y este corazón sigue pensando que tú eres todo papá, sigo mirando la justicia salir de tus manos y algún día los que se rieron de mi pagaran todo el daño que han causado, pagaran en esta tierra porque tuya es la justicia.
Después de toda mi rabia me mostraste en mis sueños que el cielo se abre y de el sale el bien y el mal, me susurraste que el camino nunca es fácil pero que lo he vivido lleno de alegría, he vivido procesos difíciles y después de todo ahí están tantas personas que hicieron mi mundo perfecto, tantas personas que alegraron la vida en Concepción, esas personas que me hicieron creer nuevamente en mí y hoy miro a mi alrededor y veo amor…
Me amas como una niña testaruda que siempre está explicándote cada plan que tengo para ser mejor, esa niña testaruda que te toma del pantalón y te dice ¿Por qué yo no puedo? Yo sé que lo puedo hacer bien… déjame mostrarte papá que yo sí puedo y no sabes lo feliz que me haces cuando me enalteces, algunas veces siento que no merezco todo lo que estoy viviendo, pienso que nunca querré defraudarte y aquí estoy logrando tantas metas, siendo feliz, siendo una mujer y a la vez esa niña testaruda amante del deporte, que ama dormir, esa risa contagiosa, esa niña media loca, esa niña que por las noches se acuesta llena de sueños, que tiene una personalidad avasalladora, que teme a las arañas, que es competitiva, ama el chocolate, ama la comida y le gusta la perfección, ama a su perro, ama viajar, ama la vida y que hoy nuevamente te tiene tan fuerte agarrado tu pantalón que nuevamente te diré papá ¡yo sé que puedo! ¡No te defraudare! ¡déjame ir a mi!
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