viernes, 16 de octubre de 2015
Caminos.
Algunas veces necesitamos dos minutos para dibujar todo un paisaje que puede ser nuestra salvación a todos nuestros problemas, algunas veces la sonrisa de una persona puede ser la cura para tantas enfermedades y en esta tarde, tengo el coraje para seguir creyendo en los sueños y en todas esas fantasías que un día comencé a imaginar mientras dormía, hoy los sueños no son tan abstractos como al principio, empezaron a tener forma y poco a poco los colores comienzan a darle la vida que siempre anhele, las personas comienzan a llegar y comienzan a tomar el protagonismo que nunca quise darle a nadie, comienzo a mirar mi camino y pareciera que solo estoy caminando en línea recta , ya no existen todos esos caminos inseguros y oscuros y al momento de enfrentarlos pensaba que jamás saldría de ellos, imaginaba que jamás conocería la dicha de despertar para seguir esta lucha, y en este largo camino las personas me han dañado, me han amado y me han odiado, también así me han abrazado y juntos hemos reído, me he desilusionado y también me he ejercitado, también existió un momento para caer en mi cama a llorar y preguntarme ¿ que fue lo que hice mal? Y lo mejor de toda esta nube gris es que logre abrazar el perdón, aprendí a vivir con él y entre tantos malos entendidos y tantas explicaciones, una noche me senté a recordar que no necesito vivir de patrones establecidos, todos los días me rijo de normas y principios, todos los días vivo de lo que se encuentra reglamentado y de lo que está o no permitido y la verdad lo único que me queda libre es una parte de mi vida, lo único que puedo modificar son mis sentimientos y esto me llevo a pensar que no es tan malo vivir de él, nos hace grande, invencibles, nos hace únicos y especiales, palabras que no estamos acostumbrados a escuchar, momentos que jamás olvidaremos, pero que han marcado un antes y un después y la verdad en estos momentos estoy sonriendo, con todas mis fuerzas, estoy quemando una etapa larga y agotadora llena de prácticas , llenas de sudor y de pruebas interminables que solo me recuerdan que son un proceso para alcanzar mi anhelada estrella, ya no queda nada , ahora miro hacia atrás todo lo que he dejado cuando me encontraba formada como pájara, con miedo a todo lo que me rodeaba, todos los días corriendo y pidiendo permiso para pasar a cualquier lado, tantas veces me echaron de lugares simplemente por ser yo… y hoy miro al frente y estoy terminando mi segundo año académico ya me estoy preparando para mi primera practica policial y la verdad es que los nervios me brotan por la piel , me pongo a pensar en quien me recibirá, en cómo me trataran, me pongo a pensar si Dios seguirá al frente, porque nuevamente no quiero que miren a esta mujer sino quiero que vean a una persona completa y feliz.
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