Una vez
dije “me atrevo a decir que todo marcha bien” esa frase cambio mi vida, cambio
mucho más que eso, mi entorno y la gente que me rodeaba, no me considero una
buscadora de la felicidad, pero cuando pensé que la tenia me di cuenta que
estaba más lejos de lo yo creía, pensé que estaba con la persona correcta, en
el ambiente perfecto, sintiendo a flor
de piel cada emoción y cada vivencia que marco una etapa de mi vida, siempre
hubo un temor y eso me convertía en la persona más fría y mas calculadora del
mundo, aunque intente miles de veces cambiar mi actitud, una parte de mi sabía
que no debía continuar pero las ganas por saber que traía ese nuevo mundo que
experimentaba me hizo aferrarme a un sueño que era imposible de concretar.
Cuando
llego el momento de tomar una decisión, fui una persona de mente fría, a veces
me arrepiento de haber sido así, pero cada forma que hay mí, me ha llevado a
ser la persona que hoy me ven, no intento pedir disculpas, ni hacer un mea
culpa, ni pedirles que me juzguen por mis actos y mis decisiones cada cual sabe
lo que le conviene cada cual sabe lo que quiere, este año siento una
estabilidad espiritual plena, no soy la
mejor persona pero cada día me esfuerzo por lograrlo, la vida me ha entregado
lo mejor de las personas, puedo decir con sinceridad que tengo lo que nunca me
he merecido, pero dichosa lo digo es tan simple la vida y tan hermosa cuando la
miramos con otros ojos, cuando nos dejamos de preocupar por las cosas vanas y
entran los detalles de un cielo azul, una risa de un pequeño corriendo, la mirada de esa persona que te mira
diciéndote me encanta que estés aquí, una parte de mi busca la cima de la
montaña llena de riquezas y bienes materiales, pero la otra parte se sienta en
un pasto verde solo a contemplar lo sencillo
de las cosas, el tener aire en mis pulmones, el poder contemplar los
colores, el saber que tengo un corazón que late cada día más rápido, el saber
que poseo lo que muchos desean conservar pero solo no es dada una vez en la
vida y se llama juventud que bella palabra y que mal es el aveces trae ,más me
atemoriza, el pensar que esta pequeña palabra me da el coraje para hacer lo
nunca pensé, me hace sentir que todo lo
puedo lograr, que tengo energía en mis piernas para correr, mirarme en el
espejo y saber que tengo un cuerpo que cuido y una cara joven sin arrugas, una
sonrisa perfecta y unos ojos llenos del brillo de la vida, me hacen pensar que
algún día esto pasara y la ilusión que todo llamamos juventud solo habrá sido
un bonito recuerdo de una época que le contaremos a nuestros nietos y hoy
quiero reconocer que cuando llegue ese momento espero estar en un silla
mecedora al lado de alguien que mas que ame mi cara, mi cuerpo y mi sonrisa,
ame a esta señorita en cuerpo y alma, a nadie puedo prometerle un por siempre,
pero cada día extendería mi mano para saber si esta será recibida de la forma
que espero, no pido más que un corazón sincero, pido lealtad y protección, los
fracasos que he tenido en mi pasado no me han hecho perder las esperanzas de
poder encontrar a esa persona con las cualidades soñadas han sido solo pequeños
pasos para poder llegar al definitivo.
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