Mi Dios, ¿en quien confiare? fueron las primeras palabras que escuche cuando te vi pasar por la habitación de mamá, como ese susurro tan liviano y tan poderoso que no puedes contener, yo estaba de rodillas preguntándome todo el tiempo ¿En quien confiare? mientras que el tiempo se apuraba a correr para decirme que pronto tendría esa respuesta...
Cuando por fin ocurrió un sábado 25 de marzo cuando Fabian decidió bautizarse, sin que nadie le dijera nada, sin que nadie lo obligara a tomar esta decisión, la que estaba saliendo de una mezcla de vivencias y gratitud que siempre me contaba que estaba experimentando con Dios, algo muy intimo entre un Padre y un hijo que nadie puede imaginar, el corazon es un mundo lleno de pasajes y laberintos que solo Dios puede conocer y examinar, pero lo hermoso era que ahí estábamos los tres y esta vez estoy contando a nuestra hija Isabella que ahora es parte de cada historia de nuestras vidas, estábamos viendo que estabas dando un gran paso que era una nueva vida y en ese momento pude recordar dos cosas importantes la primera fue mi sueño el que nos dio risa cuando te lo comente, pero aun así Dios me decía que nada podía estar desordenado, nada de lo que había visto era una casualidad, "Yo te veía en un lugar oscuro junto a tres mujeres las que te miraban fijamente, las que cocinaban y se reían, en el sueño yo percibía tu miedo tanto que te escondías detrás de mi para poder escapar de ese lugar, cuando lográbamos salir de ese lugar tu ya no estabas y mientras yo te buscaba desesperada te miraba desde lejos sentado en una banca y estabas vestido de blanco, tu piel resplandecía como el sol de la mañana y mi mente pensó que habías muerto, pues solo la gente que muere puede llegar a verse de esa manera, tu sonrisa era diferente y tus ojos brillaban, pero puedo decir que sentí paz cuando te vi de esa forma" la primera cosa que Dios me dijo, fue que no era un simple sueño nunca lo seria cuando el es quien transforma los corazones, la mente y la vida de las personas, cuando el comienza a sacar eso oscuro que no queremos que nadie sepa, estaba ordenando, estaba organizando una vida y hoy puedo decir que tu vida nunca será la misma, nunca podrá volver a ser igual cuando comienzas a conocer a Dios, tienes una marca en la frente y en el corazón que nunca podrás borrar, incluso en tus peores momentos esta marca brillara en medio de la oscuridad para recordarte de quien eres hijo, para recordarte cuanto amor hay derramado para que hoy puedas sonreír con libertad y sin miedo, para que hoy puedas mostrar tu corazon tal cual es, sin tener la necesidad de mentir ni de sentir que eres menos, sin dudar de tu identidad, hoy Dios puso en ti amor... para que lo lleves donde vayas, para que seas ese faro en la oscuridad y ayudes a las personas a encontrar el camino a casa, para que puedas ser bendición y para que seas la cabeza de nuestro hogar, para que nos brindes protección y para que seas sabio y valiente al tomar decisiones, para que guíes a nuestra hija primero a su encuentro y amor por Dios y ella nunca olvidara que es amada y valiosa, tanto como tu y yo nos sentimos en estos momentos.
Me siento sorprendida y con un corazon confiado, cuando te bautizaste pensaba en mi mente ¿Mi Dios en quien confiare? y nuestro camino hasta aqui me ha demostrado que Dios esta en todos lados, en las pequeñas decisiones y en las grandes, en la salud y en la enfermedad, en el llanto y en la alegria avasalladora, en los momentos de dudas y sobre todo cuando nuestro barco pierde un poco la direccion alli en medio de todo el caos ¿En quien confiare? si tu eres todo lo que me rodea, desde mi primer aliento, hasta sentir a mi pequeña Isabella moverse con locura por querer conocer el mundo, si nunca me ha faltado y siempre mantienes todo bajo control, siempre lo digo has ordenado mi casa, mi vida, y me has amado aun con mis errores, ¡que afortunados! de hoy poder contar tu historia y poder ver tus avances, de saber que ambos buscamos la union, de saber que eres mi ayuda idonea, espero tener larga vida para ver nuestros sueños cumplirse, para poder tomar tu mano y seguir creciendo en amor y respeto, para ver a nuestra hija crecer y ser una niña feliz... ¿En quien confiare? y el me ese dia me dijo "no te he dado suficientes motivos para volver a confiar"
