Tu simpatía es algo adictivo y siempre me hará volver a la cuna de tus mentiras esta noche regrese a la misma cama que me acogió la vez anterior, solo que esta vez eran menos lagrimas que la vez anterior pero mantenían el mismo sentimiento de asfixia y me vi obligada a recostar mi cabeza en la almohada comencé a cerrar mis ojos regrese a la misma escena y recordé que este momento nuevamente me ayudaría para seguir siendo la fatua que siempre he sido para él , mi querido hombre de mentiras, una ilusión majestuosa que me ha llevado a recorrer un largo camino lleno de vivencias que siempre imagine, y en este transcurso he llegado a pensar que al menos podre decir que si existió, sé que el día de mañana podre decir no era una mentira, él no era de mentiras era el amor de mi vida, era un poco de consuelo, perfecta armonía, amor de corazón el siempre sera por la eternidad.