Mis vacaciones, ¡vaya que vacaciones! si que las volvería a vivir una vez mas una semana llena de estrés llena de logros, llena de alegrías un rencuentro con el abrazo materno una caricia paterna y vivir de la flojera hacer todo y luego no hacer nada, tomar la decisión que cambio mi semana o quizás me la cambiaron aun no entiendo bien ese tema, pero después de nuestra ultima noche no puedo no confesarte lo que no quise en persona, eres realmente un gran hombre, eres realmente astuto, interesante un hombre que se que lograra todas sus metas, una gran familia un buen trabajo y una gran estabilidad, gracias por todas las salidas por las toneladas de comidas que se resumieron en un año, en el cual me dedique a degustar y a subir de peso, nada hubiera sido posible si tu seguridad no hubiera estado para protegerme, aun no comprendo si fuiste tu quien aprendió de esta alocada obsesión o fui yo la que se llevo toda la enseñanza de vida que nos quedo, en reiteradas veces lo repetí, nada de lo que comenzamos a vivir era justo, esta pensativa mujer jamas dejara de pensar que esta fue una gran historia, pero algunas veces los planes de Dios no son lo que esperamos, eso lo tengo claro
y por mas que en estos momentos quiera volver, me refreno a no hacerlo, porque estoy sintiendo que no es justo... es mejor dejar que el rió tome su forma que el invierno pase, que las aves encuentren su hogar, pero no puedes regresar al menos no esta noche... comienza a respirar, toma el primer pilar que dejaste caer y levantalo, no es tan difícil cuando tienes el deseo de arreglar tu vida, toma una escoba y barre todas las dudas, comienza a tapar las inseguridades, comienza a trabajar en tu vida, en tu corazón, haz que este trabajo sea justo, que valga la pena cada suspiro, solo hazlo!
no importa donde te encuentres, hoy empezare a limpiar mi desastre al que le llamo vida, empezare por cerrar lo ojos y terminare alucinada por la pureza que logre ver en ti, por las veces que sin querer logre verme reflejada en tu mirada, aun hay una parte de mi que espera silenciosamente ser liberada aun queda un poco del amor de Dios en mi y eso lo pude ver, oh si señor, logre verme en la mirada de un hombre.